COMPRA VENTA DE NUBES

Gracias a todxs los lectores que pasaron por aquí.
Este negocio se cerró en 2008

17. El Loko


Ayer, en nuestra cita diaria para mirar el mar, el Loko quiso sugerirme algo (las sugerencias del Loko van más allá de las palabras y del sabio consejo).
―Un negocio de compra-venta de nubes ―me dijo―, no puede ser tan oscuro. Debes darle luz, más allá del último color.
Pensé en el concepto, «más allá del último color», porque detrás de los mensajes del Loko, siempre hay algo más, otro eslabón mágico de la cadena que no se ve a simple vista. Después, con la mirada en el mar, se lo quise explicar.
―Mira, Loko ―le dije―, las nubes, todas las que compro o las pocas que vendo, no son más que sueños y emociones que viajan de un lado a otro, desde la cripta oscura de la soledad hasta la fluorescencia de la vida. Siempre que veas una nube, existe porque alguien soñó con algo más, con algo mejor, aunque luego esas nubes desaparezcan. Yo no soy nadie para dar más luz a nada. 
Fue en ese momento, con la mirada del Loko clavada en la mía, cuando el color del mar cambió a ocre, ese solo instante puro que acudimos a contemplar todos los días.
El Loko, reservado como siempre ha sido, me miró otra vez a los ojos.
―Te entiendo, Vendedor ―me dijo.

―Sí, yo también a ti, Loko ―contesté.
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