COMPRA VENTA DE NUBES

Gracias a todxs los lectores que pasaron por aquí.
Este negocio se cerró en 2008

2. Urge venta















Mis horas en la oficina son aburridas (mis horas, mis días y seis años más). Las ventanas del despacho son de doble cristal, sucio por sus cuatro caras. La realidad, intocable y casi invisible, se esconde tras ese telón semi opaco que separa lo que debería ser, de lo que percibo, como si cada día mirase al mundo a través de una pantalla de televisión con niebla.
Esta ventana, en su interior, tiene una pegatina transparente. En ella está escrito «Ventana clausurada» con letras mayúsculas. La luz entra negra, como un lunar cancerígeno, y el aire circula oloroso a las órdenes de un temporizador de números digitales clavado en la pared. Aquí dentro, ni los sueños se atreven a quedarse en la sala de espera.
He pensado en dejar mi trabajo en esta oficina y dedicarme, tan sólo, a comprar y vender nubes, empezar una nueva y arriesgada vida. Será otra posta hacia el Sitio y al menos estaré más contento. Esta oficina me está ejecutando, me marchita como una hermosa orquídea en el escaparate de una floristería del centro. Las agujas del reloj de la oficina recorren el círculo demasiado rápido, sin tiempo si quiera para reír.
El otro día, a través de la ventana del cuádruple sucio, vi una nube que me podía interesar. Quería vendérsela a mi jefe. Bajé rápido los seis pisos que me separan del sueño y la busqué en el cielo, pero ya no estaba. Aquí las nubes huyen enseguida. El hormigón y las antenas las espantan y revolotean con fuerza para irse cuanto antes; solo circulan las que nadie quiere, escondidas detrás de los edificios color ladrillo.
Esperaré hasta después del verano para acabar mi trabajo en esta tumba. Necesito hacer unos ahorrillos y, entonces, me dedicaré solo al negocio. Ahí, después del verano, es la mejor temporada para la venta de nubes, cuando la gente vuelve aburrida de sus vacaciones.

También he pensado en comprarme una nube para uso personal (es el momento de permitírmelo) y volaré con ella hacia el Sitio. 

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