COMPRA VENTA DE NUBES

Gracias a todxs los lectores que pasaron por aquí.
Este negocio se cerró en 2008

4. Miedos

Sé que tengo cientos de monstruos dentro de mí, miedos que aparecen en la parte izquierda de mi existencia o nubes Serpiente Cicatriz reptando sobre la línea de un horizonte del día que muere.
Los miedos que me asustan son los otros, los que no sé que tengo. Lo peor de ser persona es no tener ni pajorela idea de quién eres realmente, no contradecirte o crearte siempre. A veces, yo mismo me he creído un dios. ¡Carajo, aún lo sigo creyendo!; un dios facilón y conveniente, pero dios al fin de al cabo.
Ahora, estoy aprendiendo a dejar de serlo y convivir con mis monstruos, sentarme a su lado. Necesito tener espacio para mis nubes y, a mis miedos, he querido apartarlos desde hace tiempo. O al menos, esconderlos como se esconde un pedo. Pero, no. Siempre lo oculto acaba oliendo mal.
Hace unos meses, le dije a X que no la amaba. Mis monstruos llegaron enseguida, acompasados con su primera lágrima. «Que me refiero a ahora, que mañana no lo sé», le dije a X, como si ella pudiera entenderme. «Que no es por ti, que tú me pareces una mujer fantástica; que te aseguro que es por mí; que no estoy enamorado de otra…», continué disculpándome.  
Tuve que parecerle tan oscuro que X dejó de llorar en dos minutos. Y yo, apestando a mierda.

Hasta hace muy poco tiempo, el dejar de ser dios para X, me hubiera martirizado como cada cigarrillo fumado por un enfermo de cáncer. Ahora me dura hasta que ella cierra la puerta. He aprendido a enamorarme de mis nubes negras.

No hay comentarios: