A pesar de la cercana navidad, el negocio no va bien. Creí que habría más gente
necesitada de regalar sueños.
A falta de vender nubes,
me hallo buscando una definición de Amor.
El diccionario habla de
«un sentimiento intenso que parte de la propia insuficiencia». ¿Será, entonces,
una sublevación de las necesidades más que una ofrenda de mi Yo puro? No lo
creo. Me niego a pensar que el amor es hambre de caricias más que desahogo. Además,
a veces, este manual alfabético me merece poco respeto. Matrimonio, por
ejemplo, lo define como «una unión entre hombre y mujer concertada mediante determinadas
formalidades legales». ¿Hombre y mujer? ¿Pero esto no había cambiado hace años?
Parece que los Reales Académicos están demasiado influenciados por su propia
ideología. ¿Y si quien definió el amor nunca lo sintió en sus carnes? ¡Carajo
de libro! ¡No me fío! Hay vocablos que deberían dejarlos en blanco.
Me ha gustado una
definición de Jodorowsky sobre la poesía: «Excremento luminoso de un sapo que
se ha tragado una luciérnaga». ¡Este tipo sí que sabe sacarle partido a las
palabras!, así que no he parado hasta encontrar su definición de amor. Lo
encontré subrayado en azul por un lector o lectora anterior que consideré
aventajado. Jodorowsky dice: «Amor: camino donde las huellas en lugar de
seguirnos nos preceden».
No me gustó del todo su
aportación, pero esa mixtura de tiempos me ha hecho pensar en ello durante todo
el día. Esta tarde, mientras regresaba a casa en mi coche, me he dado cuenta de
que el habitáculo del conductor es el único lugar creado por el hombre donde se
mezclan pasado, presente y futuro. Por un lado, estás viendo las nubes hacia
donde te diriges, las que todavía no existen, y por otro, en el espejo
retrovisor ves aquellas que ya se han ido. Lo único real de la mirada es tu
mano que mueve el volante y el panel de control, los agujas indicando a qué
velocidad vas y el combustible que te queda para llegar a tu destino. También
hay un reloj que te indica el tiempo. Pasado, presente y futuro en un solo
vistazo. ¿Se referiría a esto Jodorowsky cuando quiso definir el amor?
A mí no me convence. Yo
soy más fantasioso. Prefiero pensar que el amor es el agujero de un enorme
caleidoscopio por donde miras ilusionado.
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